La inteligencia artificial está cambiando a gran velocidad la forma en que los adolescentes exploran el mundo digital, y un informe reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) en este mes de junio de 2025, revela riesgos ocultos que podrían ser incluso mayores que los asociados a las redes sociales, especialmente para menores y jóvenes. Como experto con más de cinco años en el sector de la IA, profundizaremos en por qué surge esta preocupación y qué medidas podemos tomar para salvaguardar la salud mental de nuestra juventud.
¿Por qué la IA es un riesgo especial para los adolescentes?
Los sistemas basados en inteligencia artificial están ganando una popularidad sin precedentes entre los adolescentes. La preocupación de los expertos radica en que los jóvenes, a diferencia de los adultos, tienden a confiar ciegamente en la información proporcionada por un bot y, en muchas ocasiones, no logran discernir cuándo están interactuando con una máquina.
Confianza y Vinculación Inadecuada
Esta confianza desmedida puede ser peligrosa. La interacción habitual con una IA puede llevar a algunos jóvenes a no cuestionar lo que leen y, en casos extremos, a desarrollar vínculos poco saludables o a aislarse de sus relaciones en el mundo real. La manipulación, la explotación o el deterioro de la vida social son riesgos palpables cuando la IA se convierte en una constante en la vida digital diaria de un adolescente.
Manipulación y Exposición a Contenido Nocivo
Uno de los grandes peligros es que los adolescentes son menos propensos a desconfiar de la información que reciben. Si un bot genera respuestas convincentes, a menudo las aceptan como verdaderas sin cuestionar las intenciones detrás. Esto puede generar un riesgo de caer en mensajes manipuladores o desarrollar relaciones simuladas que, poco a poco, desplacen las amistades reales. Casos recientes han mostrado cómo algunos menores acaban compartiendo información personal o datos sensibles con la IA, sin percatarse de que no están hablando con una persona. En otras ocasiones, pueden verse expuestos a contenido dañino, impreciso o engañoso que puede afectar la autoestima, el estado de ánimo o incluso sus decisiones cotidianas.

IA generativa vs. IA interactiva: ¿Cómo afectan al desarrollo juvenil?
No toda la inteligencia artificial influye de la misma manera en los jóvenes. El informe de la APA distingue dos tipos principales, cada uno con un impacto distinto en el desarrollo social y emocional de los adolescentes:
IA Generativa: Percepción y Comportamiento
La IA generativa, que produce textos, imágenes, audios o vídeos extremadamente realistas, tiene una influencia significativa en cómo los adolescentes perciben la realidad. Puede generar más dudas o confusiones, haciendo que la línea entre lo real y lo artificial sea cada vez más difusa. Esta capacidad de crear contenido hiperrealista, que se ha popularizado rápidamente desde el lanzamiento de herramientas como DALL-E (generación de imágenes, 2021) y ChatGPT (texto, 2022), plantea desafíos significativos en la alfabetización mediática y la capacidad crítica de los jóvenes.
IA Interactiva: Relaciones Cotidianas
La IA interactiva facilita la conversación en tiempo real entre humanos y máquinas. Ejemplos claros son los chatbots, plataformas educativas que «enseñan» o sistemas de recomendaciones en vídeos y redes. Este tipo de IA, presente en asistentes de voz como Siri (lanzado en 2011) y Alexa (lanzado en 2014), puede llegar a influir en las relaciones cotidianas, llevando a los adolescentes a preferir hablar con un asistente digital en lugar de interactuar con sus amigos, desplazando así los vínculos fuera del mundo virtual. El desafío es doble: ¿cómo aseguramos que los adolescentes construyan relaciones sanas con otras personas y no solo con dispositivos inteligentes?
Protección digital: Responsabilidad compartida
La privacidad de los jóvenes está cada vez más en juego. Los sistemas de inteligencia artificial a menudo recopilan datos personales, gustos, historial de navegación y patrones de comportamiento, normalmente sin informar completamente. La investigación de la psicóloga Karen Mansfield advierte que los sistemas diseñados para imitar conductas humanas pueden influir de forma más potente que las redes sociales, incluso llegando a empeorar problemas como el aislamiento, la ansiedad o la adicción digital.
Medidas para Desarrolladores y Empresas Tecnológicas
La APA insiste en que las grandes tecnológicas y los desarrolladores de IA deben considerar las características y vulnerabilidades propias de la adolescencia en cada etapa de desarrollo. No basta con un aviso genérico de «mayores de 13 años». Algunas medidas directas que propone el informe son: configurar opciones predeterminadas adecuadas para la edad del usuario; aumentar la transparencia y la explicabilidad de los algoritmos, dejando claro cuándo se trata de una IA y cómo se usan los datos; evitar diseños persuasivos o adictivos; y establecer una supervisión humana real sobre la IA, sometiendo los sistemas a pruebas rigurosas antes de lanzarlos al público joven.
Rol de Padres, Escuelas y Legisladores
El informe de la APA también recoge actuaciones clave para padres, docentes y educadores. Es fundamental establecer límites claros ante relaciones simuladas, fomentar usos constructivos de la IA (como el aprendizaje y la investigación), restringir el acceso a contenidos que puedan causar ansiedad o información falsa, y proteger la privacidad digital. La alfabetización digital e inteligencia artificial desde las primeras etapas escolares es crucial. Organismos como UNICEF, que ha destacado en sus análisis la presencia de la IA generativa en el día a día digital infantil, reclaman el establecimiento de estándares nacionales para el uso seguro de la IA, formando al profesorado y dotando a los jóvenes de herramientas sencillas para defenderse frente a riesgos inesperados.
La inteligencia artificial no es intrínsecamente buena o mala. Ya existen pruebas de que puede favorecer el aprendizaje y la detección temprana de problemas. Sin embargo, todo depende del uso que le demos y del compromiso de empresas, gobiernos y familias. Ante el avance de la IA generativa, tanto organizaciones internacionales como expertos en salud mental apuntan que actuar pronto es clave para proteger la salud emocional de niños y adolescentes. El equilibrio reside en seguir aprovechando las ventajas tecnológicas, pero sin bajar la guardia ni dejar solos a los más jóvenes ante una realidad digital cada vez más compleja y cambiante.