El esperado dispositivo de inteligencia artificial de OpenAI y Jony Ive está generando un intenso debate en el sector tecnológico. A pesar de los rumores iniciales, se ha confirmado que su primer producto no será un auricular «in-ear» ni un wearable convencional, desatando una oleada de especulaciones sobre qué innovador formato adoptará este ambicioso proyecto. Este desarrollo, rodeado de un halo de misterio y controversia legal, se perfila como uno de los secretos tecnológicos más comentados del momento, marcando un hito en la evolución de los dispositivos de consumo basados en IA.
¿Qué hay detrás del velo: el nacimiento del proyecto y sus desafíos legales?
El proyecto de hardware de OpenAI, en colaboración con el renombrado diseñador Jony Ive, surge tras la adquisición del equipo io por una cifra estimada de 6.500 millones de dólares. Este equipo, encabezado por Tang Tan, exjefe de hardware de Apple, se ha propuesto revolucionar la interacción humana con la inteligencia artificial a través de un dispositivo completamente nuevo. Sin embargo, su camino ha estado sembrado de desafíos, especialmente en el ámbito legal.
El litigio de marcas que puso en jaque el proyecto
La razón por la que tenemos tanta información sobre el desarrollo de este dispositivo reside en una demanda por la marca «io» interpuesta por la startup Iyo. Esta empresa, dedicada a dispositivos de audio, acusó a OpenAI de haber infringido su marca, alegando que conocían sus productos desde meses antes. Documentos judiciales revelaron correos electrónicos en los que Sam Altman, CEO de OpenAI, y otros altos cargos mostraban interés por los auriculares «in-ear» de Iyo, e incluso rechazaron una posible inversión, admitiendo que estaban explorando tecnologías competidoras. Un juez ha obligado a OpenAI a eliminar cualquier referencia pública a «io», bloqueando el uso de la marca al menos por el momento. Este litigio ha añadido una capa de complejidad y ha forzado a OpenAI a reconsiderar sus estrategias de marca y marketing.
¿Qué tipo de hardware está desarrollando OpenAI junto a Jony Ive?
A día de hoy, en junio de 2025, la única certeza es que el diseño final del dispositivo aún no está decidido. Declaraciones de Tang Tan y documentos internos revelan que el prototipo está en una fase intensiva de pruebas y exploración. El equipo io ha experimentado con un amplio abanico de formatos potenciales: desde objetos de escritorio y portátiles, hasta dispositivos móviles, modelos inalámbricos, con cable, e incluso variantes wearables y audífonos. Para evaluar las mejores opciones, adquirieron más de 30 tipos de auriculares y dispositivos auditivos de las principales marcas, analizando cada aspecto, desde la comodidad y la ergonomía hasta el sonido y la interacción. Si bien la idea inicial de unos auriculares «in-ear» fue considerada seriamente, llegando incluso a plantear la compra de escaneos 3D de orejas humanas para optimizar el ajuste, esta opción ha sido descartada como primer producto de lanzamiento.

¿Cuándo llegará el dispositivo al mercado y qué impacto tendrá?
La impaciencia por conocer este innovador dispositivo es palpable, pero las expectativas deben ser moderadas.
Fechas y proyecciones de lanzamiento
Las declaraciones públicas y los documentos judiciales coinciden en que el lanzamiento no se espera antes de 2026. Ni el nombre definitivo ni el diseño están cerrados, lo que indica que el proyecto aún tiene margen para evolucionar significativamente. Esta meticulosidad responde a un proceso experimental intenso, ya que OpenAI y Jony Ive buscan lanzar un producto que marque una diferencia real en el mercado de la IA de consumo, justificando la considerable inversión de 6.500 millones de dólares en la adquisición del equipo io.
El papel de Tang Tan y las implicaciones para el consumidor
La experiencia de Tang Tan en Apple es crucial para el desarrollo de este dispositivo. Su visión de diseño y usabilidad es fundamental para asegurar que el producto final sobresalga por su integración ergonómica y una experiencia de usuario «sólida», incluso si no adopta los formatos más obvios. Este conflicto de marcas, aunque molesto para OpenAI, subraya la creciente competencia en el mercado de la IA de consumo. Los consumidores deberán esperar para ver la propuesta final de OpenAI, pero la expectativa es que el dispositivo ofrezca una interacción innovadora con la inteligencia artificial, abriendo nuevas posibilidades en la forma en que interactuamos con la tecnología en la próxima década. El retraso y las disputas legales solo aumentan la anticipación por lo que promete ser un producto revolucionario.
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