El 95% de la inversión en Inteligencia Artificial se está desperdiciando
Inicio » Blog » El 95% de la inversión en Inteligencia Artificial se está desperdiciando

La inversión en Inteligencia Artificial se ha convertido en una prioridad para empresas de todos los tamaños, pero según una reciente advertencia de Guibert Englebienne, cofundador y presidente de Globant, una abrumadora mayoría de este capital no se está traduciendo en resultados tangibles. El 29 de agosto de 2025, Englebienne lanza una alerta que resuena con fuerza: estamos viviendo en un «Far West» de la Inteligencia Artificial, donde la adopción masiva y desorganizada está provocando que el 95% de las inversiones se desperdicien sin un retorno claro.

Desde que en 2022 la IA generativa hizo su gran entrada, el panorama tecnológico ha cambiado radicalmente. La capacidad de interactuar con modelos de IA a través del lenguaje natural y las imágenes ha democratizado su uso, permitiendo que cualquier persona con un teléfono o una computadora pueda experimentar con la tecnología. Sin embargo, esta accesibilidad, si bien acelera la adopción individual, ha creado una «paradoja de productividad» en el ámbito empresarial. Los empleados utilizan la IA para pequeñas tareas personales y mejoras de tiempo, pero no para transformar los procesos de negocio críticos, lo que resulta en una falta de impacto real y medible. Este fenómeno, respaldado por estudios del MIT publicados en 2023, subraya un problema fundamental: las empresas invierten, prueban y, al final, los indicadores clave de rendimiento no cambian.

Por qué la mayoría de las empresas fallan en su estrategia de IA

La razón principal detrás de este fracaso masivo es la falta de un plan estratégico. Muchas organizaciones se han lanzado a probar modelos, plugins y «copilotos» sin una hoja de ruta clara, sin entender cómo integrar estas herramientas en sus sistemas existentes o cómo medir el éxito. Es un enfoque de «disparar y rezar» que no solo desperdicia recursos financieros, sino también tiempo y talento. La emoción inicial por las capacidades de la IA ha eclipsado la necesidad de una metodología rigurosa y un enfoque disciplinado.

Otra razón fundamental es la desconexión entre la tecnología y los objetivos de negocio. La IA no es una solución mágica. Para que genere valor, debe estar alineada con problemas de negocio específicos y medibles. Las empresas que simplemente implementan herramientas de IA sin identificar un caso de uso claro o sin rediseñar sus procesos subyacentes están destinadas a fracasar. Es como comprar una herramienta de jardinería de alta tecnología sin saber qué tipo de jardín se quiere cultivar.

El «Far West» de la IA y cómo Globant propone dominarlo

Guibert Englebienne describe el panorama actual como un «Far West» por su naturaleza caótica y desordenada. En este entorno, donde la volatilidad es la norma, la clave para convertir la inversión en resultados tangibles es el método. La propuesta de Globant, a través de su plataforma, busca precisamente aislar a las empresas de esta volatilidad. Han creado una capa de abstracción que permite a las organizaciones cambiar de proveedor de IA (por ejemplo, de OpenAI a Google) sin tener que reescribir todo su código. Esta flexibilidad es crucial en un mercado en constante evolución.

Sobre esta base, las empresas pueden construir lo que Englebienne llama «agentes de IA»: softwares autónomos diseñados para ejecutar funciones concretas y que se conectan directamente con los sistemas internos de la compañía. Estos agentes representan una evolución de las aplicaciones tradicionales, ya que son capaces de razonar, acceder a bases de conocimiento y comunicarse en lenguaje natural, transformando la forma en que se ejecutan los procesos de negocio.

La solución no es solo tecnológica: Involucra personas y procesos

La advertencia de Englebienne no solo se centra en la tecnología, sino que también subraya la importancia de las personas y los procesos. Un enfoque exitoso en la IA debe incluir una inversión en IA en la formación de los empleados para que comprendan y utilicen las nuevas herramientas de manera efectiva. No se trata solo de darles acceso a la tecnología, sino de capacitarlos para que rediseñen sus flujos de trabajo y asuman nuevos roles.

La IA no hará que los empleos «desaparezcan mágicamente», pero sí los transformará. Los roles se redefinirán, las tareas se alterarán y surgirán nuevos perfiles profesionales. Por ello, es vital que las empresas inviertan en la capacitación de su talento, el rediseño de procesos y la implementación de controles de calidad. La inversión en IA debe ser vista como una inversión en una transformación integral, no como la simple compra de licencias y APIs.

Englebienne también es un firme creyente de que cualquier país, sin importar su geografía, puede jugar un papel relevante en la revolución de la IA si logra combinar talento, reglas claras y un enfoque en la creación de productos. Este mensaje es universal: el éxito en la IA no es un privilegio de unos pocos, sino el resultado de un método disciplinado. Medir el impacto, mantener la capacidad de adaptación y enfocarse en casos de uso de valor son los pilares para que la inversión en IA deje de ser un experimento costoso y se convierta en una fuente de resultados defendibles trimestre a trimestre. La clave para salir de este «Far West» no son las promesas, sino el método.

Si quieres conocer más sobre Globant, simplemente tienes que acceder al siguiente enlace: GLOBANT