En el panorama de la inteligencia artificial que avanza a pasos agigantados, la Universidad Siglo 21 demostró en el SUMMIT Great Place to Work Latinoamérica 2025 que la clave no está solo en la tecnología, sino en el propósito con el que se integra. El evento, que se celebró entre el 20 y el 22 de agosto en Buenos Aires, fue el escenario para una ponencia que dejó una profunda reflexión en docentes y empresas sobre cómo la IA ya está redefiniendo la educación y el empleo del futuro.
El verdadero valor no reside en la potencia bruta de las herramientas de IA, sino en cómo estas se convierten en una extensión de nuestra capacidad humana. La ponencia de la Mgtr. Laura Rosso, rectora de la Universidad Siglo 21, moderada por Tatiane Tiemi, CEO de Great Place to Work Brasil, subrayó un mensaje claro: si no se integra la inteligencia artificial con un propósito definido, se pierde la oportunidad de crear valor real.
La propuesta de Siglo 21 no es una simple adición tecnológica, sino una transformación cultural. Desde su lanzamiento, la universidad ha incorporado la IA de manera transversal en 458 asignaturas de educación superior. Esta integración no busca reemplazar, sino amplificar las capacidades humanas, permitiendo a estudiantes y profesionales enfocarse en tareas de mayor valor estratégico.
Más Allá de la Herramienta: Una Estrategia Pedagógica con Columna Vertebral
La integración de la inteligencia artificial en el modelo educativo de la Universidad Siglo 21 no es un mero accesorio. Se trata de un enfoque que la convierte en una parte fundamental de la columna vertebral pedagógica. Este cambio de paradigma busca preparar a los estudiantes no solo para las demandas laborales actuales, sino para las del futuro, donde la fluidez con la IA será tan crucial como la alfabetización tradicional.
La rectora Laura Rosso enfatizó que este proceso requiere un cambio cultural profundo, no solo en la forma de enseñar, sino en la manera en que se conciben los roles laborales. La velocidad de la innovación tecnológica exige que todos los puestos se reconviertan, dejando atrás las tareas operativas y centrando el esfuerzo en la generación de valor estratégico. Esto no significa que la tecnología reemplace a los humanos, sino que los libera para que puedan concentrarse en lo que mejor saben hacer: pensar, crear, innovar y liderar. La IA se convierte así en un catalizador para la creatividad y el pensamiento crítico.
La ponencia del 21 de agosto en el SUMMIT mostró que el éxito de esta estrategia radica en el método y la intencionalidad. No se trata de automatizar por automatizar, sino de hacerlo con un fin claro y una medición constante de los resultados. Es un proceso de experimentación, donde probar, equivocarse y aprender son pasos naturales y bienvenidos en el camino hacia la innovación.
Lecciones Clave para la Integración de la IA en Empresas y Aulas
La propuesta de la Universidad Siglo 21 trasciende el ámbito académico y ofrece lecciones valiosas para cualquier organización que busque navegar la revolución de la IA. La rectora Laura Rosso instó a los líderes a adoptar una postura proactiva y ética, con tres pilares fundamentales que guían su estrategia.
Define tu Propósito y Alinea la IA con el Valor Humano
Antes de implementar cualquier herramienta de IA, es crucial definir su propósito. La pregunta no es «qué podemos automatizar», sino «cómo puede esta tecnología potenciar el valor que ofrecemos a nuestros estudiantes o clientes». Esta mentalidad asegura que la IA se utilice como un motor para la empatía, el trabajo estratégico y la innovación, en lugar de un simple sustituto de tareas.
La ética en el uso de la IA es un pilar irrenunciable, garantizando que el avance tecnológico se alinee siempre con el bienestar de las personas. Se trata de un enfoque que valora la transparencia, la equidad y la responsabilidad en cada etapa del desarrollo e implementación de la tecnología.
Lanza Pilotos Acotados y Mide el Aprendizaje, no Solo la Eficiencia
La adopción de la IA debe ser un proceso iterativo. La Universidad Siglo 21 aboga por lanzar pilotos pequeños y controlados para medir no solo la eficiencia, sino también el aprendizaje. Esta metodología permite ajustar procesos y roles de manera gradual, evitando la automatización «a medias» que puede generar más problemas que soluciones.
La experimentación controlada minimiza los riesgos y maximiza los beneficios, permitiendo a las organizaciones aprender de cada implementación y refinar su estrategia. Es un enfoque que valora la flexibilidad y la adaptación en un entorno en constante cambio.

La IA como Amplificador, no como Sustituto
La idea de que «la IA no sustituye lo humano; lo amplifica» fue el resumen perfecto de la ponencia. La tecnología debe potenciar el talento, permitiendo a las personas dedicar su tiempo y energía a las tareas que realmente importan y que requieren habilidades exclusivamente humanas como el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional.
La Universidad Siglo 21 es pionera en esta visión, demostrando que al anticiparse a las tendencias y entregar herramientas concretas a estudiantes, colaboradores y líderes, se puede transformar la incertidumbre en una ventaja competitiva. La lección del SUMMIT Great Place to Work 2025 es clara: si se utiliza la inteligencia artificial con propósito, se puede ganar eficiencia, mantener la empatía y elevar el trabajo estratégico a un nuevo nivel antes de que termine el año 2025.