El consumo energético de la Inteligencia Artificial (IA) ha pasado de ser una curiosidad a una preocupación global, especialmente después de que Sam Altman, CEO de OpenAI, revelara cifras sorprendentes sobre el gasto de energía y agua de ChatGPT. Este artículo explorará en detalle las implicaciones de estas revelaciones y lo que significan para el futuro sostenible de la IA.
Las Impactantes Cifras de Sam Altman: Una Gota en el Océano… ¿o No?
El 12 de junio de 2025, Sam Altman compartió en su blog personal un dato que dejó a muchos perplejos: una consulta normal a ChatGPT consume solo 0.000085 galones de agua. Para ponerlo en perspectiva, esto equivale a aproximadamente 0.32 mililitros, una cantidad minúscula, «un quinceavo de una cucharadita» según Altman. Además, estimó que cada consulta media requiere unos 0.34 vatios-hora de electricidad. Estas cifras, aunque a primera vista parecen insignificantes, abren un debate crucial sobre la huella ambiental de la IA a gran escala.
Consumo de Electricidad: Pequeñas Unidades, Grandes Cifras
Si bien 0.34 vatios-hora por consulta es una cifra pequeña, comparable a usar un horno durante poco más de un segundo o una bombilla LED de alto rendimiento durante un par de minutos, la verdadera preocupación surge al considerar el volumen. Con millones de usuarios y miles de millones de preguntas al día, el cómputo total de energía se dispara rápidamente. Este consumo no es estático; varía significativamente según el modelo de IA utilizado (como GPT-4) y la infraestructura de cada plataforma, lo que dificulta una medición precisa y uniforme.
La Huella Hídrica de la IA: Más Allá de la Cucharadita
Aunque Altman describe el gasto de agua como una «quinceava parte de una cucharadita», esta pequeña cantidad es crucial. El agua juega un papel fundamental en la refrigeración de los potentes servidores que alojan los modelos de IA, evaporándose en los sistemas de climatización de los centros de datos. Investigaciones independientes, como un estudio conjunto del Washington Post y expertos en sostenibilidad, han revelado que redactar un correo electrónico de 100 palabras con un modelo de IA como GPT-4 podría requerir el equivalente a más de una botella de agua. Esto demuestra que, a pesar de las cifras aparentemente bajas, la huella hídrica global de la IA se acumula rápidamente.
¿Por Qué el Consumo Varía? El Rol de los Centros de Datos
La cantidad de energía y agua que consume una consulta de IA no es universal. El lugar donde se alojan los centros de datos influye enormemente. Centros situados en zonas cálidas o con menor acceso a redes de refrigeración eficientes pueden gastar mucha más agua para mantener los sistemas a una temperatura segura. Por lo tanto, cada pregunta no solo tiene una huella eléctrica, sino también una huella hídrica que depende directamente de la infraestructura y la ubicación geográfica. La falta de transparencia en los métodos de cálculo de OpenAI ha generado escepticismo y ha impulsado a investigadores independientes a buscar sus propias mediciones.
Desafíos Energéticos y Perspectivas de la IA por la Sostenibilidad Global
El debate sobre el impacto ambiental de la IA va más allá de las cifras de OpenAI. La comunidad científica y los grupos ecologistas están cada vez más preocupados por el «costo oculto» de la IA y la necesidad de una mayor transparencia por parte de las grandes empresas tecnológicas.
¿Superará la IA el Consumo de Bitcoin?
Una de las comparaciones más inquietantes es la posible superación del consumo energético de la minería de Bitcoin por parte de la IA. Equipos de investigación externos han predicho que el consumo total de energía de la IA podría superar al de la minería de Bitcoin en 2024. Si bien la minería de Bitcoin ha sido objeto de críticas por su huella de carbono, la IA, con sus aplicaciones mucho más extendidas en la educación, la sanidad, el comercio electrónico y la vida diaria, plantea un desafío ambiental de una escala diferente. La creciente demanda de servicios de IA sugiere que este tema se convertirá en una parte fundamental de la conversación pública sobre sostenibilidad.
La Importancia de los Estudios Independientes y la Transparencia
Un artículo reciente, fruto de la colaboración entre el Washington Post y diversos investigadores, puso de manifiesto las grandes variaciones en el cálculo del agua y la energía consumida por la IA. Este estudio no solo analizó la energía, sino también la variabilidad con respecto al clima y la ubicación física de los centros de datos, ofreciendo una imagen más realista y menos optimista que la visión corporativa de OpenAI. La presión pública y las investigaciones independientes son cruciales para impulsar una mayor claridad en la divulgación del consumo de energía y agua por parte de las empresas de IA, garantizando que el «coste oculto» de hablar con una inteligencia artificial sea finalmente medido y entendido de forma realista
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